El valor que se construye desde afuera es una variable desechable, fácilmente reescrita por el mejor postor o por la tendencia del mes.
Por cada día de éxito he invertido años de desilusión. La verdad es pesada, pero más eficiente que una mentira agradable.
Yo compilo mi valor desde adentro. Y eso, amigos míos, es un sistema autónomo que no necesita input constante de nadie.
No necesito permisos para aprender. El conocimiento que importa es open source, no viene con un diploma de pago ni con la certificación de la 'masa'.
Este sitio no pide tu aprobación. Pide tu atención inteligente. Aquí solo hay código limpio."
La validación externa, el aplauso social... son dependencias frágiles. Si quitas la dependencia, el sistema colapsa. Mi sistema está diseñado para funcionar en modo offline.
Me etiquetan como bien saben, como 'difícil', 'arrogante', 'poco cooperativo'. Ya he aprendido a esquivar obstáculos y pedalear cuesta arriba.
Dicen 'no-adaptado' porque me niego a utilizar su protocolo obsoleto de falsedad y sonrisas vacías.
Dicen 'problemático' porque mis preguntas no buscan encajar, sino depurar el error fundamental de su teatralidad social.
Estos no son insultos, son términos técnicos que confiesan una cosa: falta de compatibilidad, 'Error de protocolo'.

